martes, 31 de mayo de 2011

El mandala del Ser, la herramienta para el Ahora



 LA POSICIÓN "EL SER; AQUI Y AHORA"



Pregúntate, “¿Cuando no estoy aquí, ahora, en la simple y total presencia de mi Ser, a dónde me he ido?”. Si consideras esta pregunta atentamente, verás que hay sólo cuatro direcciones posibles a los que tu mente puede llevarte en el momento que dejas el aquí y ahora. Estas cuatro direcciones pueden ser representadas como los polos de dos continuums que se intersectan y ésta es básicamente la forma en que se experimenta la realidad: el tiempo (las posiciones de Pasado y Futuro) y la conciencia sujeto-objeto ( las posiciones Yo y los Otros). Mira el gráfico del Mandala en la parte superior de esta página para la visualización de estas posiciones.Como puedes ver en el gráfico, el Mandala que vamos a estudiar tiene cinco posiciones. El AHORA, el Pasado, el Futuro, Yo y los Otros. Empezamos con la posición AHORA en el centro del Mandala.Este punto de intersección “El Mandala del Ser” puede ser entendido como el lugar de nuestro mas profundo estado de conciencia, llamado en ciertas tradiciones, el Ser Superior, o el Ser Sagrado. Es presencia: una atención totalmente alerta, al mismo tiempo relajada y espaciosa donde ningún pensamiento nos separa de nuestra experiencia. Allí es dónde lo que nosotros realmente somos, comienza nuevamente en cada instante. Todos nosotros hemos tenido una muestra de este estado en momentos de un perfecto fluir haciendo deportes, o en actividades creativas, como danzar, cantar, o al escribir poesía.
Pero debido a viejos hábitos, nuestras mentes rápidamente nos transportan a nuestras historias acerca del  pasado, futuro, yo y Otros, y empezamos a ver nuestra vida a través de nuestros pensamientos (creencias, juicios, recuerdos, fantasías, opiniones, etc.) en vez de nuestra conciencia del momento-AHORA. Instantáneamente comenzamos a reaccionar y luchar en contra de lo que es y en esta lucha creada por la mente comienza todo nuestro sufrimiento.
La clave para navegar la vida con facilidad y dicha es tener un punto de partida consistente. ¿Qué otro punto de partida indiscutible, puede haber que el momento presente? El AHORA es donde se piensa, se siente y se actúa. Es la vida misma, la única verdadera realidad. Todo lo demás es construído por el pensamiento y como se va a ver claramente los pensamientos te alejan constantemente del presente llevándote a historias acerca del pasado y del futuro, o acerca de uno mismo y de los otros.
Mira la imagen del Mandala un par de segundos. La verdad simple, pero radical es que el centro es el AHORA, no la sensación ordinaria de uno mismo, ni lo que se quiere decir o pensar, cuando se dice “yo”. Lo que uno realmente es, no empieza con las creencias acerca de uno mismo ni lo que se está sintiendo. No empieza con algún otro a quien has hecho críticamente importante para la propia felicidad, o cualquier otra cosa como el dinero o el trabajo. Uno no empieza con su pasado, ni se llega a ser uno mismo en el futuro. Quien realmente sos comienza ahora mismo, en una conciencia no reactiva y fuera del tiempo que puede ver todas y cada una de esas cosas.

Es el poder de esta conciencia mas profunda la que puede liberarte. Tu vida estará siempre fuera de la dirección correcta y te llevará al sufrimiento si no aprendes a comenzar cada momento desde tu conciencia más profunda . ¿Cómo puedes esperar que el amor florezca en tus relaciones si tu mente está en el pasado comparando lo que estás experimentando con lo que has vivido, o en el futuro temiendo que la relación presente no será tan buena como la que tú recuerdas o que puede ser peor?

Todos necesitamos una brújula, algo para poder guiar nuestras vidas, un lugar confiable del cual poder comenzar para poder enfrentar cualquier cosa que la vida nos traiga. Comprender nuestro potencial para llevar la mente de vuelta al AHORA es la clave del trabajo del Mandala. El AHORA es el punto de partida y el punto final de cada indagación. Es crucial que recuerdes, y te repitas una y otra vez, “Quien realmente soy comienza AHORA”. Esta verdad fundamental es lo más liberador que puedas jamás aprender.




 LA POSICIÓN "PASADO"
 

La posición de PASADO en el Mandala del Ser contiene todas las formas en que tus creencias o historias acerca de tu pasado, o del pasado en general, influencia la forma en que te sientes o te comportas en el presente.
Tan pronto como la mente se identifica con historias acerca del pasado instantáneamente comienzas a lamentarte, a culpar, a sentir culpa, vergüenza, nostalgia u orgullo. Las historias acerca del PASADO son las forma en que inconscientemente eliges recordarte a vos mismo: “Era tan delgado,” o “Me tenía más confianza en ese momento,” y de esa forma juzgas quien sos ahora. Esas son la formas en que recuerdas situaciones específicas y especialmente a gente en una luz positiva o negativa y esto inmediatamente sustituye el presente con una vieja emoción que te cierra al constante y siempre diferente milagro que es cada momento: “Mi padre abandonó a nuestra familia.” “Mi madre se entregaba a los hombres.” “Esos fueron los momentos mas felices de mi vida.”
Estas historias acerca del pasado se convierten en la base emocional para interpretar el presente. Alguna gente tiende a estar más identificada con el pasado que otros. Si soy una de esas personas, cuando me desconecto del momento presente tengo la tendencia de ir al pasado y usar el pasado (por medio de las historias del pasado lo traigo a mi conciencia) para racionalizar o explicar lo que estoy sintiendo o creyendo en el momento presente. Proyecto el pasado sobre el presente, y sin importar cuan feliz o desdichado pueda haber estado entonces, el resultado es siempre la disminución de la presencia viva del AHORA.






LA POSICIÓN "FUTURO"



La posición FUTURO del Mandala del Ser © contiene todas las formas en que influencias el presente con lo que crees acerca del FUTURO. Son historias que recitas en tu mente acerca de tu salud futura, relaciones, trabajo, finanzas, y todo otro aspecto de la vida incluyendo tus historias acerca del futuro de tus hijos y otras personas que amas. Estos pensamientos pueden llenarte de ansiedad, o asustarte, o gustarte y llenarte de esperanza. Pero en cualquier caso tus historias acerca del futuro te ciegan a lo que realmente estás sintiendo o haciendo en el AHORA.
Muchos de nosotros tendemos a identificarnos con el FUTURO. Cuando hacemos esto, perdemos contacto con nuestra conciencia mas profunda y dejamos de tomar el riesgo de estar completamente presentes. Empezamos a vivir un futuro imaginario, siempre yendo hacia nuestras vidas, en lugar de estar completamente presentes en nuestras vidas. Uno de los síntomas mas importantes de que la mente está sobreidentificada con el FUTURO es la sensación de no tener nunca tiempo suficiente, o tener para hacer mas de lo que se puede hacer. El AHORA se convierte en muy poco mas que el lugar donde estás constantemente vigilando en busca de signos que señalen si algo está mal en tus planes, que no lograrás lo que has decidido que necesitas hacer o ser. De esta forma, las historias acerca del FUTURO te tienen rebotando constantemente entre la esperanza y el miedo.
Mahatma Ghandi dijo que el mensaje mas importante que recibió de la escritura hindú, el Baghavad Ghita, fue dejar ir del apego al resultado de sus acciones. Aprendió a hacer en cada momento, lo que creía mejor, y dejar el resultado en las manos de Dios.
 

 


LA POSICIÓN "OTROS"


La posición OTROS representa todos los pensamientos (creencias, juzgamientos, opiniones, etc.) acerca de lo que tendemos a definir “el otro” o más simplemente “vos”. “Mi esposo no me escucha” es una historia acerca del otro que en el momento que la piensas crea enojo o dolor. El pensar “Mi hermana me critica demasiado” puede causar que tengas resentimiento o te alejes.
Generalmente y muy importante, las historias acerca de los OTROS son acerca de gente. Pero pueden ser acerca de cualquier cosa que percibes como siendo exterior a ti mismo, de tal forma que puedes comentar sobre “ello” y juzgarlo. Mucha gente tiene historias acerca de los otros que son acerca de su trabajo: “este trabajo no es suficientemente creativo” o “el sueldo no es suficiente.” Estas historias crean inmediatamente alguna emoción, tal vez enojo, amargura, o autosabotaje. La mayoria de nosotros tiene muchas historias acerca de Dios que influencian poderosamente el cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos, qué creemos, y cómo actuamos. Las creencias: “Dios nos ama” o “Dios es indiferente al sufrimiento humano” crearán cada una diversas emociones para tu ser egoico cuando crees en ellas. Sin embargo ninguna de estas historias tendrían mucha importancia para ti en las profundidades del  AHORA. A menudo convertimos en objetos a nuestros propios sentimientos que luego juzgamos: “Sentirse necesitado es malo.” “Ser independiente es bueno.” En nuestras reacciones a  ellos, o en  nuestra manera de evaluar esas emociones nos sentimos débiles, insuficientes, -o lo opuesto, grandiosos.
Cuando indagas para hacerte consciente de tus historias, estando parado en la posición OTROS, observa lo que te dices acerca de otra gente (especialmente la gente clave en tu vida), o acerca de tu trabajo, tu cuerpo, el dinero, etc. Todas estas areas de tu vida están inevitablemente llenas de historias, que en cuanto las piensas y te identificas con ellas crean estrés. Las historias acerca de la gente clave son fáciles de descubrir. Pregúntate “¿Cuáles son mis juicios acerca de (nombra a la persona), qué creo que el/ella piensa acerca de mí y qué me digo que necesito de el/ella para sentirme bien acerca de mí, o seguro, o en control?” La posición OTROS contiene tus creencias acerca de cómo los otros deberían o no deberían ser y en particular tus creencias acerca de cómo son tal que te hacen enojar o doler.


 
LA POSICIÓN "YO"



La posición YO del Mandala consiste en todas las formas en que te objetivizás en tu mente: “Soy inteligente,” “Puedo hacerme cargo de mi mismo,” “Estoy harto de cómo son las cosas en el trabajo.” Esta corriente de pensamientos es virtualmente incesante y si no reconoces cada pensamiento cuando aparece y en lugar de ello te identificas con él, estas ideas y los sentimientos que crean inmediatamente, se convierten en lo que creés que sos. Este creerte quién sos es creado mentalmente y es constantemente reforzado por la incesante corriente de pensamientos acerca de vos mismo, el aprender a liberarse de esta falsa idea de quién sos es el centro mas importante del trabajo del Mandala.
La posición YO es la mas sutil de las 4 posiciones, difícil de entender, porque en cada uno, la idea central de ser -lo que queremos decir cuando decimos “yo”- empieza muy temprano en la vida y queda estabilizada a los 5 o 6 años. No es creada conscientemente. Simplemente despiertas a ella por efecto acumulativo de cómo tus padres y las otras personas que se ocupan de vos te juzgan o te alaban, cómo respondieron a tu aspecto, a tus gritos, tus entusiasmos, tus estados de ánimo, y tus comportamientos, y también tu observación de cómo se tratan los unos a los otros, a otra gente, y al mundo en general. Para la mayoría de nosotros la mas temprana sensación de ser contiene el sentimiento subyacente de que no somos totalmente lo que deberíamos ser, de que de alguna forma no somos suficiente. Disfrazamos ese sentimiento contándonos historias que nos hacen sentir mas seguros o mas fuertes. Nos protejemos inconscientemente en nuestras familias obedeciendo, rebelándonos, o alejándonos, y gradualmente construímos nuestra identidad adulta contándonos las historias que nos hacen sentir mejor o de alguna forma especial. Pero inevitablemente a través de nuestras vidas, el sentimiento central de insuficiencia retorna constantemente y casi todos los pensamientos acerca de nosotros mismos refuerzan o intentan disfrazar o compensar este sentimiento.
La vida consciente empieza cuando aprendes a vivir en el AHORA. En el momento-AHORA- sos tal cual sos, y nada puede ser dicho acerca de quérealmente es eso. Cualquier yo en el que estés pensando es sólo una historia, no quién realmente sos. Por lo tanto, virtualmente cualquier cosa que pienses acerca de ti mismo, nunca es quién realmente eres. Esto incluye todos los juzgamientos acerca de vos mismo, todas las creencias acerca de lo que necesitas para estar realizado, todas las cosas malas que crees acerca de ti, o las buenas. Puedes reconocer una historia YO en tu mente cuando te ves pensando ”Yo soy” o “Yo no soy,”. Tambien con pensamientos que dicen “Yo debería” o “Yo no debería”.
La posición YO es normalmente la mas difícil de captar porque estamos tan completamente e inconscientemente identificados con esta construcción desde nuestra niñez. Es la conciencia básica del ser separado, estamos tan inscrustados en ella que no nos damos cuenta que YO es solamente un fantasma del pasado que está siendo recreado por el pensamiento, no una cosa que podemos localizar y tocar o que realmente somos. Pero mientras YO no es objetivamente real, cuando nos identificamos con historias acerca de nosotros mismos, tienen poder real para afectarnos emocional y energéticamente.


Fuente: http://www.psicologiamistica.com.ar

Acerca de Richard Moss:

Richard Moss es un maestro de conciencia que desde hace 30 años y en diversas partes del mundo se dedica a dictar charlas, seminarios y programas de formación para compartir sus reflexiones acerca de temas como: ¿Qué es una vida bien vivida? ¿Cómo evitamos la relación con nosotros mismos? ¿Qué es el mandala del Ser? ¿Cómo caemos en el sufrimiento innecesario? Conduce talleres y seminarios vivenciales tanto para principiantes como para quienes quieren profundizar en el camino del verdadero auto conocimiento.  Auspiciado por la Fundación Harmonía Humanitas que desde hace 15 años publica sus libros y difunde sus enseñanzas.
El lenguaje de Richard es accesible y siempre conectando lo místico con lo humano, el cuerpo con el alma...


lunes, 23 de mayo de 2011

Audiolibro Los 4 acuerdos, del Dr. Miguel Ruiz

Buenos dias para todos. Hoy quiero compartirles un audio libro en videos de el dr. Miguel Ruiz, un guardian del conocimiento tolteca.
Algunos tal vez ya hayan oido hablar del libro "Los 4 acuerdos" pero si no la han hecho tomense unos momentos para escuchar estos videos que entrañan una gran sabiduria practica y una herramienta magnifica para el dia a dia y para ayudarnos en nuestro crecimiento y desarrollo interior.
Además otro video con el 5° acuerdo, completo, para ampliar el tema y profundizar en los conceptos y en nosotros mismos.

Si es de su agrado por favor compren los libros de Miguel Ruiz, siempre es bueno tenerlos para refrescar los temas en cualquier momento.

Espero que lo disfruten y luego me cuentan que les parecio.
El quinto acuerdo (audiolibro)

miércoles, 18 de mayo de 2011

Aprendiendo el comportamiento asertivo.

Asertividad



1. Ni sumisión ni agresión: asertividad
Decimos que una persona es asertiva cuando es capaz de ejercer y/o defender sus derechos personales, como por ejemplo, decir "no", expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como hace el sumiso, y sin manipular ni violar los derechos de los demás, como hace el agresivo.
Entre el extremo nocivo de los que piensan que el fin justifica los medios y la queja plañidera de los que son incapaces de manifestar sus sentimientos y pensamientos, está la opción de la asertividad: una forma de moderación enfática, similar al camino del medio que promulgaron Buda y Aristóteles, donde se integra constructivamente la tenacidad de quienes pretenden alcanzar sus metas con la disposición a respetar y autorrespetarse. Veamos algunos ejemplos.

Un caso de sumisión 

Mauricio es psicólogo clínico y tiene serios problemas con el manejo de sus pacientes. Muchos de ellos no vienen a las citas, llegan tarde o simplemente no pagan. Su secretaria colabora bastante en el caos administrativo ya que es bastante desordenada y poco eficiente. Mauricio teme el rechazo de la gente y en especial a quedar mal con sus pacientes. Su cartera vencida es enorme, y aun queriendo hacer algo al respecto, no hace nada. No sólo está inmovilizado, sino que, inexplicablemente, se muestra "comprensivo" con los clientes incumplidos. En su interior hay un volcán próximo a estallar, hay violencia acumulada. Es probable que en algún momento de ira, algunos de sus pacientes salgan psicológicamente lastimados. El comportamiento de Mauricio puede considerarse como no asertivo (sumiso).

Las personas no asertivas piensan, sienten y actúan de una manera particularmente débil a la hora de ejercer o defender sus derechos.
Los pensamientos típicos que las caracterizan pueden resumirse así:

1. "Los derechos de los demás son más importantes que los míos".
2. "No debo herir los sentimientos de los demás ni ofenderlos, así yo tenga la razón y me perjudique".
3. "Si expreso mis opiniones seré criticado o rechazado".
4. "No sé qué decir ni cómo decirlo. No soy hábil para expresar mis emociones".

Como veremos más adelante, los individuos sumisos suelen mostrar miedo y ansiedad, rabia contenida, culpa real o anticipada, sentimientos de minusvalía y depresión. La conducta externa es apocada, poco expresiva, con bloqueos frecuentes, repleta de circunloquios, postergaciones y rodeos de todo tipo. Incluso pueden actuar de una manera diametralmente opuesta a sus convicciones e intereses con tal de no contrariar a los otros. Su comportamiento hace que la gente aprovechada no los respete.

Es importante destacar que la mayoría de las personas tiene algo de inasertivo. No es necesario cumplir cada uno de los criterios técnicos señalados o estar en el extremo del servilismo para que la dignidad esté fallando.

Un caso de agresividad 

Lina es una médica famosa por su antipatía. No sólo regaña a las angustiadas mamas por sus "ilógicas" preocupaciones frente a la salud de sus hijos, sino que incluso amonesta a los pequeños que van a su consultorio. Sonríe poco, es seca, habla duro y su tono de voz es áspero. Cuando está discutiendo con alguien, abre los ojos de manera amenazante, manotea, pierde fácilmente el control y no mide sus palabras. Los colegas reconocen que es una buena profesional, pero le temen a sus reacciones agresivas. Ella piensa que los más fuertes deben imponerse a los más débiles y que la gente torpe merece ser castigada.
Su premisa es demoledora: "Yo soy más importante que tú: lo que pienses y sientas, no me interesa".
Lina es una mujer agresiva, acaba de cumplir cuarenta y dos años, está casada y tiene tres hijos hombres. La creencia que rige su comportamiento es que sus derechos son más importantes que los derechos de otras personas. Su comportamiento infunde temor, mas no respeto.

Un caso de asertividad

Marta ha sido víctima de una suegra entrometida durante más de cuatro años. Su marido es el menor de ocho hermanos, el único hombre y el consentido de su madre. Cuando supo que se iba a casar, la señora lloró semanas enteras y odió profundamente a su futura nuera. No obstante, con el correr del tiempo aprendió a soportarla como a un mal necesario. Luego de que se casaron, la suegra de Marta comenzó a vigilar de cerca los intereses de su hijo y a dirigir personalmente los quehaceres de la casa, las comidas, el arreglo de la ropa, la decoración, las vacaciones, en fin, casi todo tenía que ver con ella.
Marta decidió pedir ayuda profesional, y luego de unas semanas entendió que si quería mantener su matrimonio a salvo, debía ser asertiva con su madre política. Pese a los arrebatos de ira, las pataletas y las quejas de la indignada señora, Marta fue capaz de expresar sus sentimientos sin ser agresiva ni sumisa, sino asertiva.
En una de las tantas intromisiones, Marta le expresó lo siguiente, en tono firme, pero cortés: "Mire, voy a decirle algo que está molestándome desde hace tiempo y .quizás por miedo o respeto he evitado decirle. Entiendo que sus intenciones son buenas y lo que usted quiere en realidad es cuidar y proteger a su hijo. Mi casa es su casa y tiene las puertas abiertas, yo la estimo y siempre será bienvenida, pero quiero que tenga presente que algunos de sus comportamientos me incomodan porque me siento invadida en mi espacio y mi privacidad. Mi marido y yo necesitamos más intimidad Y tomar nuestras propias decisiones. Le aseguro que nunca voy a lastimar a su hijo intencionalmente, confíe en mí".
La señora reaccionó como lo hace cualquier persona no acostumbrada a la asertividad: se sintió profundamente ofendida y se alejó indignada. Sólo al cabo de unos meses aceptó ser más discreta y no meterse tanto en la relación de su hijo.
Marta actuó asertivamente, Y aunque posiblemente no lo dijo a la perfección, ya que se puso roja y tartamudeó un poco, logró su cometido: poner a la suegra en el lugar que le correspondía, lejos de su hogar. No fue sumisa porque peleó contra el miedo y dijo lo que pensaba, es decir, defendió su derecho a la intimidad. No fue agresiva porque no insultó a su suegra, no le faltó al respeto e incluso hizo énfasis en que la quería. Marta fue digna, pese al costo y a la manipulación familiar.


Un caso de asertividad en el que la meta es sentar un precedente 

Aunque Marta logró modificar la conducta de su oponente, la asertividad no siempre alcanza este objetivo. Hay ocasiones en que es imposible producir un cambio en el entorno. En tales casos el comportamiento asertivo se dirige a la, emoción y no al problema, es decir, a regular el estado emocional mediante la expresión honesta de lo que nos está haciendo sentir mal. En muchas circunstancias expiar, decir, manifestar, sacar la vieja información y "derramar" lo que nos mortifica puede ser tan sano y recomendable como modificar el ambiente externo.
Los datos disponibles en psicología de la salud son contundentes al demostrar que la expresión del sentimiento de insatisfacción o de ira es beneficiosa, tanto para la autoestima como para el organismo".
La conducta asertiva no necesariamente debe generar un cambio en los demás, aunque a veces lo logra.
Hay que tener en cuenta que la expresión de la propia emoción es importante en sí misma.

Recuerdo el caso de una joven preadolescente, a quien la mamá, luego de haberle dado un permiso para ir al cine, se retractó y le dijo que no podía ir. La muchacha, que tenía una cita "amorosa" de carácter impostergable, no demoró en pedir explicaciones por el cambio de parecer de su madre. Después de un intercambio prolongado de opiniones y requerimientos de parte y parte, la conclusión maternal fue categórica: "¡No, porque no, y punto!".
Ante semejante posición y viendo la imposibilidad de asistir a su cita, la joven se retiró indignada a su cuarto. Al cabo de unos minutos, regresó con una carta que acababa de escribir y la leyó en voz alta.
La proclama decía:
"Mira, mama, yo soy menor de edad y tú tienes el control, pero eso no significa que todo lo que tú digas esté bien, porque después de todo, aunque no lo creas, eres humana y puedes equivocarte. No acepto un: "¡No, porque no, y punto!". Y a pesar de que no vaya al cine, quiero que sepas que no estoy de acuerdo con la manera impositiva en que haces las cosas. Quiero dejar constancia de la injusticia que se está cometiendo en esta casa conmigo. Y también quiero dejar claro, que aunque tengas el derecho a cambiar de opinión, yo tengo el derecho a que se me den explicaciones razonables y a discrepar. Dialogar es mejor que imponer. Me quedo sin salir, pero no me gusta lo que ocurrió".
Cuando terminó su discurso, le entregó una copia de la misiva a su madre, una al papá y otra al hermano menor que apenas sabía leer. Después agregó: "Ya me siento mejor", y se retiró a sus "aposentos" con cara de misión cumplida.
La señora, desconcertada y sin saber qué hacer, decidió pedir ayuda. Cuando llegó a mi consultorio expreso así su motivo de consulta: "Quiero que vea a mi hija, doctor...Se me está saliendo de las manos, está cada vez más grosera y maleducada No sé que voy a hacer" Ambas fueron mis pacientes.

Repito: Dejar constancia de la divergencia y expresar un sentimiento de inconformidad, aunque no genere un cambio inmediato en el ambiente, es un procedimiento que fortalece la autoestima y evita la acumulación de basura en la memoria.
Es mejor decirlo "aquí y ahora", que tratar de sacarlo después cuando el problema ya echó raíces en el disco duro.

2. La asertividad debe calibrarse

Muchas de las personas que intentan pasar de la sumisión a la asertividad se exceden de revoluciones y caen en la agresividad. No obstante, el mecanismo pendular sumisión/ agresión va acomodándose hasta encontrar un equilibrio funcional y saludable`,'. Mientras ello ocurre, hay que estar atento.
Sofía estaba casada con un hombre que la maltrataba psicológicamente. Su motivo de consulta era claro y específico: "Quiero hacerme respetar... Me siento muy mal conmigo misma... Cuando él me insulta o me hace a un lado, me quedo callada como si yo mereciera el castigo... No sé ,defenderme y además creo que le tengo miedo... Me cansé de agachar la cabeza... Quiero hacer algo al respecto ...... Sofía había dado el primer paso.
Cuando le expliqué los principios de la asertividad y lo que perseguía el tratamiento, los ojos le brillaron: "¡Eso es lo que necesito!". Le di a leer un folleto y le dije que tendríamos unas citas previas de evaluación para profundizar sobre otros aspectos de su vida. A la semana siguiente regresó con una gran novedad: "Doctor , esta técnica es maravillosa. El sábado por la noche llegamos de una fiesta y él empezó a agredirme verbalmente como hace siempre. Yo, de inmediato, me acordé de lo que usted me había dicho sobre la defensa de mis derechos. Entonces tomé un portarretratos y se lo tiré directo a la cabeza... Él se asustó tanto que no hizo nada... Le corté un poco la frente... Pero se lo merecía... ¡Y todo gracias a usted, doctor!". Me sentí como un boina verde asesorando a un futuro mercenario. Ella estaba eufórica y no hacía más que disfrutar de su gran momento de asertividad.
A Sofía le ocurrió lo que a muchas personas oprimidas: la acumulación tóxica hizo explosión.
El entrenamiento asertivo había servido de detonante y yo de excusa. Después de una larga sesión pedagógica, ella volvió a la realidad: "Usted no fue asertiva, fue agresiva. El objetivo de la asertividad no es lastimar a otro sino defenderse y autoafirmarse, sentar precedentes de inconformidad e intentar modificar un comportamiento que viola nuestro territorio. Pero, a veces, por más asertividad que usemos, es imposible producir un cambio significativo en la otra persona. En estos casos es mejor recurrir a otras alternativas.
Por ejemplo, si alguien pretende abusar sexualmente de usted, la asertividad no le serviría de nada. No está diseñada para la violencia física, aunque puede ayudar. Frente al supuesto violador, el karate o la defensa personal sería sin duda una mejor opción que la expresión honesta de sentimientos. Pero usted agredió físicamente a una persona que sólo la agredía verbalmente, eso hizo que su posición perdiera fuerza y autoridad mora".
Su réplica no tardó en llegar: "¿Y qué propone usted? ¿Debería haberme quedado quieta y dejar que me insultara como siempre?". Le respondí que evidentemente no: "De ninguna manera. Usted puede ser enfática, expresar su ira de una forma adecuada y decir que no está dispuesta a seguir soportando ese trato. Independiente de la respuesta de su marido, usted habrá expresado y dicho lo que sentía con pundonor".
Sofía estaba decepcionada de su terapeuta: "¡Valiente gracia! ¿Y de qué me sirve eso? ¿Usted cree que mi solución es quedarme ahí como si nada?". Entonces le respondí: "Usted lo ha dicho. Hay veces en que la vida nos pone entre la espada y la pared y nos obliga a tomar una decisión crucial. Usted está en ese punto de la encrucijada. La asertividad le permite abrir la válvula de presión para que ejerza el derecho a la oposición, pero si su marido continúa con su conducta y se niega a respetarla, puede hacer uso del derecho a irse, que es mucho más concluyente que el derecho a la réplica. La asertividad le permite agotar posibilidades, a la vez que la convierte en participante activa y no pasiva de la situación. Puede partirle un palo en la cabeza o encerrarlo en un armario, pero su liberación debe comenzar por lo psicológico. Usted no debe destruir a su marido, sino al miedo que le impide actuar". Finalmente Sofía se separó. La asertividad le permitió abrir el camino que va de adentro hacia afuera.

En otro caso, un joven profesor y abogado, se sentía agredido por sus estudiantes, quienes se reían a sus espaldas, no le prestaban atención en clase y le mandaban notas burlándose de su vestimenta, el cabello y la estatura. Algunos de ellos le hacían preguntas jactanciosas y otros simplemente lo ignoraban. Tres veces por semana su adrenalina llegaba al techo y su autoestima al subsuelo. Había comenzado a tener alteraciones del sueño, ansiedad flotante, dolores musculares e irritabilidad manifiesta.
Cuando mi paciente descubrió la herramienta de la asertividad, sintió un gran alivio: "No soy el único, al fin podré defenderme". Dos semanas después llegó a la consulta con paso firme y seguro. Se veía más alto y su barbilla apuntaba al techo, su porte era arrogante, como los abogados que pertenecen a bufetes importantes. Entonces dijo con orgullo, "¡La mayoría perdió el examen!".
No niego que a veces la venganza pueda hacernos cosquillas y provocar en nosotros una risita malévola involuntaria, pero como ya dije, la asertividad no pretende hacer una apología a la violencia. El autorrespeto no se logra destruyendo a los que nos molestan, sino desenmascarándolos con valentía. Y como vimos en el caso de Sofía, si la asertividad no fuera suficiente, siempre está la alternativa de la renuncia digna y valiente.
El joven abogado, a medida que avanzó en su tratamiento, logró calibrar y reajustar las fluctuaciones de la asertividad hasta encontrar su propio estilo personal. Finalmente, no sin esfuerzo, pudo sobrevivir al grupo.
La asertividad es una herramienta de la comunicación que facilita la expresión de emociones y pensamientos, pero no es un arma destructiva como la utilizan los agresivos. Está diseñada para defenderse inteligentemente. Cuando la ponemos al servicio de fines nobles, la asertividad no sólo se convierte en un instrumento de salvaguardia personal, sino que nos dignifica.

3. Cuándo no es conveniente ser asertivo: contraindicaciones, limitaciones y malos entendidos 

Hay ocasiones en que la conducta asertiva puede resultar objetivamente contraindicada y/o socialmente inconveniente. En cada caso, el balance costo/beneficio y los intereses personales marcarán la pauta a seguir. Ser asertivo entraña una toma de decisión donde el sujeto debe sopesar los pros y los contras, y resolver si se justifica o no, actuar asertivamente.
Este proceso de valoración es similar a cualquier estrategia de resolución de problemas o de afrontamiento, pero también implica una dimensión ética, es decir, una actuación racional guiada por la convicción personal de que estoy haciendo lo correcto''.
Un estudiante de trece años prefirió denunciar por acoso sexual a tino de sus profesores, antes que guardar silencio, aun a sabiendas de que su puesto en el colegio corría peligro. Luego de una detallada investigación, el rector expidió una resolución por medio de la cual se retiraba al alumno del plantel por carecer de "espíritu conciliador Y religioso", La determinación no tomó por sorpresa al joven y a sus padres quienes estaban preparados para las posibles consecuencias: habían asumido los riesgos y estaban listos para enfrentarlos.
Por desgracia, los eventos cotidianos no siempre permiten un espacio de reflexión, donde de manera consciente y premeditada podamos anticiparnos a los hechos y desplegar estrategias rápidas y eficientes de respuesta. De todas maneras, cuando una persona incorpora la conducta asertiva a su repertorio y la ensaya suficientemente, la capacidad de defenderse se automatiza y ya no hay que "pensar tanto" antes de actuar. Nos volvemos más ágiles y sueltos a la hora de responder.
La habilidad de discriminación, de saber dónde y cuándo es recomendable ser asertivo, forma parte de todos los protocolos de habilidades sociales . Por ejemplo, decirle al presidente de la empresa donde uno trabaja que tiene mal aliento, no solamente es imprudente sino estúpido. Nadie tiene un principio "moral" que diga: "Ninguno de mis semejantes deberá tener mal aliento", por lo tanto es negociable. Los fanatismos son siempre perjudiciales, así estén disfrazados de asertividad.
De manera general, podemos señalar tres tipos de contraindicaciones, donde no es recomendable ser asertivo.

Cuando la integridad física puede verse afectada 

En medios sociales altamente violentos, donde la vida ha dejado de ser un valor, es necesario reservar la asertividad sólo para momentos relevantes y específicos, cuando la integridad física no corra riesgos. Nadie con uso de razón se le ocurriría ser asertivo con alguien que le está apuntando con un revolver: "Señor, quiero sentar una enérgica protesta por su conducta delincuencia] y que atenta contra mis derechos como ciudadano".
Volvemos otra vez al balance y a las consideraciones sobre lo que es vital para el individuo y lo que no vale la pena. Existen casos en que el afectado decido que el riesgo es justificable por motivos ideológicos, religiosos o de otro tipo, y acepta ser asertivo, a pesar del costo.
Cuando se puede lastimar innecesariamente a una persona
Si la asertividad puede lastimar a otra persona de manera innecesaria, la decisión debe revisarse. Las personas que derraman sinceridad ácida por los cuatro costados son insoportables: "No me gustan tus zapatos", "No me gusta como hablas", "Me aterran tus chistes", "No comas así", "Tienes caspa", "Estás gorda", en fin, el rosario de los que padecen de quisquillosidad crónica. La insensibilidad por el dolor ajeno no se compadece con la defensa de los derechos. Una paciente se ufanaba de haber sido asertiva con su empleada del servicio porque le había dicho que el vestido que ésta había comprado con esfuerzo y ahorro sostenido era horripilante.
La vida está llena de mentiras piadosas, bellas, tiernas y humanistas. Fromm sostenía que la pregunta sobre si el hombre es lobo o cordero, bueno o malo en esencia, carecía de sentido o estaba mal formulada, porque el problema no era de sustancia, sino de contradicción interna; una contradicción inherente al hombre que lo empuja a buscar soluciones. En sus palabras:
"Si la esencia del hombre no es el bien ni el mal, el amor o el odio, sino una contradicción que exige la búsqueda de soluciones nuevas, entonces el hombre puede realmente resolver su dilema, ya de un modo regresivo o de un modo progresivo"
Es decir, podemos elegir, no estamos determinados biológicamente para asesinar ni hacer la guerra, no hay una tendencia que nos lleve inexorablemente a eliminar al otro, no al menos en el hombre que posee la capacidad de conocerse a sí mismo. Puedo elegir si voy a lastimar o no, soy responsable de mis actos, y ésa es la posición progresiva: dejar que las fuerzas humanas que viven en cada uno puedan desarrollarse.
Sartre, sostenía que creamos nuestra esencia en la medida que existimos. En realidad, todo asertivo es un existencialista en potencia, una persona "condenada a ser hombre" y a ser dueño de sus propias acciones. Los psicólogos llamamos a esta percepción de control punto de control interno ("Yo soy el último juez de mi conducta", "Yo organizo mi destino" "Yo tengo el control de mi vida"), que en última instancia no es otra cosa que la puesta en práctica de la filosofía sartreana de libertad responsable. La sinceridad puede ser la más cruel de las virtudes, cuando se la priva de excepciones.

Cuando haya un costo social significativo

Un punto que causa escozor entre los que comienzan a ensayar la conducta asertiva es el costo social. La sorpresa es mayúscula, porque la cantidad de "amigos" suele reducirse a la mitad. Tal como lo demuestran los estudios sobre la percepción social de la asertividad, a mucha gente le disgusta la honestidad directa, así sea empática y moderada.
Si una persona es muy dependiente de la aprobación y considera la adecuación social como un valor altamente deseable, la asertividad puede resultarle francamente desagradable, un exabrupto de mal gusto. Cuando alguien está en la tónica de hacer nuevos contactos y mejorar sus habilidades para vencer la soledad, es mejor poner la asertividad en remojo por unos días. No hablo de eliminarla (eso sería un atentado contra la salud mental) sino de subir el umbral de tolerancia para facilitar el contacto inicial con desconocidos. La mayoría de los asertivos tiene pocos, pero buenos amigos.
Los autores también hablan de una asertividad situacional, es decir, la posibilidad de que uno pueda ser asertivo en una situación determinada, pero no en otras. Por ejemplo, hay personas que pueden defender sus derechos adecuadamente en el trabajo, pero son incapaces de negarse a los pedidos irracionales de su esposa o esposo. Otros pueden expresar sin dificultad enojo a desconocidos y amigos, pero mostrarse incapaces de enfrentar a ciertos miembros de la familia. Cada dominio de intercambio personal (conocidos, pareja, padres, extraños, figuras de autoridad o relaciones profesionales) constituye una dimensión especial donde la asertividad puede darse o no. No obstante, en experiencia, las personas tímidas, emocionalmente dependientes, represoras e introvertidas parecen estar caracterizadas por lo que podríamos llamar una personalidad asertiva.


Extraido de "Cuestion de dignidad" de Walter Riso

viernes, 13 de mayo de 2011

La felicidad implica dejar marchar lo viejo


La Felicidad es una meta que todos perseguimos sin saber que basta con dejar marchar aquellos viejos hábitos o creencias que ya no nos son positivas. Para recibir lo nuevo hemos de dejar espacio eliminando todo lo viejo que nos dificulta lograr la felicidad.



La vida es un continuo flujo de cosas, situaciones, relaciones... todo va y viene, como una constante oportunidad de cambiar o mejorar las situaciones.
Si pretendemos llegar a tener una vida más prospera que la que hemos tenido hasta ahora, más próspera en todos los sentidos que cada uno le quiera dar a esta palabra (felicidad), una vida más llena y más rica de bienes, entonces es necesario crear un nuevo espacio en nuestro corazón y en nuestra mente (limpiando y sanando) para que estos operen los cambios deseados. Hemos de dejar marchar lo viejo para disponernos a recibir lo nuevo. Solo una nueva actitud, más amorosa y más lúcida hacia nosotros mismos, puede ayudarnos a identificar lo que ya no nos conviene y dejarlo marchar.
Si la felicidad tuviera una sola exigencia sería algo así como: "Haz en ti todo el vacío que puedas, vacía tu saco interior de todas las creencias impuras o perfectamente negativas que hasta ahora has considerado como imprescindibles en tu vida, Yo necesito todo tu espacio interior para manifestarme libremente y que tú me puedas sentir sin más interpretaciones o convencimientos inútiles".
Hemos de dejar primero que salga lo viejo para dar cabida a algo nuevo y por cierto, fantástico para nosotros. Pues ningún cubo que esté lleno de barro se podría llenar mas aunque sea de agua y esperar obtener un resultado límpido.

¿Quién no ha aprendido a aferrarse al pasado?

¿Quién se atreve a salir de sus ataduras y a sanar su vida sin sentirse culpable inmediatamente, creyendo que eso es un comportamiento egoísta, que va contra la educación o los esfuerzos de sus padres?
Aferrarse al pasado, por temor a no saber ya quienes somos sin la mirada o la aprobación del otro y por temor a tener que re-construirse sin otro modelo que el de nuestro propio corazón y juicio, después de haberlos abandonado tanto tiempo, es cortar con el flujo natural de todo lo bueno que tenemos derecho a vivenciar.
Estancados en este tipo de comportamiento, bloqueamos y así impedimos que lo que más nos llena (lo nuevo) y la felicidad se pueda producir, culpando siempre a la vida y a los demás. No dejamos marchar lo viejo y nos convertimos en víctimas.

¿Qué tipo de felicidad experimenta una victima?

La comodidad y la costumbre, a las que se somete una persona victima de su propia falta de autoestima y coraje, son las que la atan por ejemplo a su pareja desenamorada. Pero por mucho que se esfuerce en ese papel, siente y sabe que no puede reemplazar el sentimiento verdadero de amor que hace que uno se sienta real y experimente la verdadera felicidad. El amor no se entrega a los juegos de la mente humana, no cambia para complacer a la mentira, hija del miedo, solo sabe Ser lo que Es, alegría pura. Negarse la posibilidad de amarse y amar, no solo es negarse a sí mismo, sino también negarse al otro y a los demás.
Al aferrarse a una relación de pareja ya obsoleta, al no soltarla, estamos impidiendo que la persona adecuada llegue a nuestro lado o dirigirnos al suyo. Sí, nos convertimos en el obstáculo principal a nuestra propia felicidad. No nos estamos autorizando lo más natural del mundo, nos negamos a involucrarnos de corazón, nos prohibimos sentirnos plenamente enamorados, nos excluimos de la lista de los amados.

¿Cuántas veces habremos oído, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer?

Esta es la creencia y el dicho de una persona que no confía en la Vida, que se da la espalda y se la da también a todo lo que es el amor. Por miedo, no se atreve a ser feliz ni deja que los demás lo sean; de ese modo no le recordarán que ella no lo está siendo.
Si le preguntases a la gente si desea la felicidad, la mayoría te contestaría: Sí, por supuesto. Pero, ¿acaso están dispuestos a cambiar sus actitudes y creencias hacia ellos mismos para empezar a serlo?
Para que ocurra la felicidad y todo lo nuevo es necesario sanar patrones antiguos y pensamientos que no son propios ni positivos.
¿Cuantos de nosotros no estamos a gusto en nuestro puesto de trabajo, pero no nos atrevemos a buscar otra cosa que nos convenga más y nos haga sentir más la felicidad o menos asfixiados por miedo, por falsa comodidad, por falta de confianza en nosotros mismos, pero también por creencia inocente y un poco cobarde de que la vida es quien se tiene que encargar de este cambio?

Si tú no dejas marchar lo que ya no te sirve o te aburre ¿cómo podrá llegar lo bueno a tu vida?

Responsabilizarse de uno mismo es el único camino conocido para sentirse vivir sin decepcionarse jamás de lo que otros quieran o puedan darnos o no. Elige deshacerte de ese comportamiento, muy sutil, que se llama mendicidad y que nos cuesta tanto identificar en nuestros gestos cotidianos.
Disponernos a recibir es deshacernos de todo lo viejo e inservible, ya sean objetos, costumbres, creencias, comportamientos que obedecen a la posesividad y el apego más que a la generosidad y el desapego.

Atrévete a cambiar las creencias que tienes y nutres sobre y para ti mismo

Esto es un primer paso de sanación de tu mente negativa, torturada o equivocada, un paso tan eficaz como sencillo.
¿Quien ha visto o comprobado, por mucho que lo intente, que la felicidad se halle en lo complicado?
"Fluyo con la Vida y ahora me autorizo a gozar de su belleza"
"Soy uno y la misma cosa con el próspero poder del Universo"




domingo, 1 de mayo de 2011

Conocerse a uno mismo. He ahi la gran tarea

Cuantas cosas han cambiado desde la última entrada.
Cuantas prioridades ya no son las mismas.
Cuantos anhelos ya no tienen sentido.
Cuantos valores ya no son tan valiosos...




Lo que sigue latiendo fuerte es la necesidad de cambio, la pronta solución a las tribulaciones.
Ahora surge una pregunta: Que puedo hacer yo verdaderamente por lo que esta ocurriendo?
Tal vez algunos piensen que dejar de consumir algunos productos va a ayudar, tal vez; otros piensan que unirse a movimientos en pos de un cambio masivo en determinado aspecto ayude, quizás hasta sea una responsabilidad de todos, tal vez; otros sin mas consuelo en los demás se retiran en solitario, otros se retiran y crean comunidades con nuevos valores, nuevas maneras de ver y de actuar en la vida, tal vez ellos tengan la solución; tal vez....



           Pero algo en donde todos estamos de acuerdo, donde todos "sufrimos", donde todos compartimos, es nuestro interior.
Y todos tenemos un ego formado por todo lo que hemos venido hablando y mas, que nos hace la tarea un poco mas complicada, si cedemos a sus caprichos, a su insaciable necesidad de mas satisfacción.
           Todos nos debatimos entre Ser lo que somos o seguir usando algunas de las mascaras que hemos diseñado, aquellas que nos han dado mayor resultado, aquellas que han tenido mayor aceptacion entre las otras mascaras, las que nos muestran las personas que nos rodean.
           Acaso no han visto o sentido en sí mismos lo extraño que resulta alguien verdaderamente autentico? Alguien que, ante la esperada respuesta habitual, reacciona de una forma completamente natural y espontánea, como si nadie fuera a juzgarlo?  Si a esta actitud le sumamos no querer dañar de ninguna forma conciente a otro, estamos ante alguien que entendió que el ego es una herramienta y no una traba. Que no importa el que dirán o pensaran; que no tiene valor juicio alguno que otro haga que no sea él mismo.
          Hoy en día los problemas de convivencia siguen siendo los mismos con el plus que se agrego la espiritualidad en la vida cotidiana.  Lo común que resulta encontrar personas que están en algún tipo de camino. Pero de aquí surge el problema no solo de que dos egos se puedan comunicar y convivir bien, sino que además tienen que tener conceptos similares en torno a estos temas porque sino ya los sentimos como de "otro bando".
         Por detrás de todo ese ruido, en el silencio vasto del momento presente, nuestro verdadero Ser ES. Simplemente ES, esta allí y se conecta con todo lo que existe que, como dice la palabra, ES igual que él.

         Ahora, porque nos cuesta tanto relacionarnos los unos con los otros? Creo que la respuesta mas sincera que se me viene a la mente es: Porque no nos llevamos bien con nosotros mismos.

         Tal vez sea duro aceptar que a pesar de todos los esfuerzos y materiales que nos comparten y compartimos, estemos fallando en la raiz de todo, en aquella vieja frase de Delfos: "Conócete a ti mismo"

         Cuantos de nosotros sabe exactamente cuales son las motivaciones que lo llevan a hacer o dejar de hacer tal o cual cosa, a pensar esto o aquello, a tener tal concepto y desdeñar otro?

        Este es el verdadero trabajo, este es el aporte mas grande que podemos hacer al cambio mundial. "Si quieres cambiar al mundo, cambia primero tú mismo."
Nos hemos vuelto tan sofisticados en nuestra manera de pensar que no podemos ver las grandes y sencillas verdades que tenemos enfrente nuestro.
Es realmente bueno y satisfactorio compartir cosas que nos den una perspectiva mas armoniosa de la situación, algo que contraste radicalmente con el constante bombardeo mediático que no hace mas que deprimir y hacer perder las esperanzas, sin mencionar que aumentan el miedo y la desconfianza.
       Pero hemos de tomar lo bueno y hacerlo propio; vivirlo en cada respiracion, mientras lidiamos con nuestros viejos hábitos y nos deshacemos de nuestra "sombra" aprendiendo a quererla y abrazarla como parte nuestra. No es malo tener emociones, no es malo enojarse, no es malo indignarse. Tomar a mal estas cosas en nosotros es fragmentarse, separar a el "santo" del "pecador", y no somos ni una cosa ni la otra, somos seres humanos en desarrollo y eso mismo implica cometer errores y aprender de ellos.
     No es negativo no ser perfecto, de hecho la idea de perfección lleva a desdeñar los errores, a sentir una profunda culpa por cometerlos, muy parecido a lo que la iglesia inculca como castigo, pero desde un punto de vista metafisico o evolutivo diciendo: "una vez que has leído la enseñanza ya no puedes cometer errores porque ahora perteneces al clan de los elegidos".   Conocer no es lo mismo que Saber, y la transición puede llevar mas tiempo en algún caso y menos en otro, pero siempre es personal.
    Eso es ser humano; por supuesto que tenemos una naturaleza divina, pero también tenemos un cuerpo y emociones aprendidas y heredadas. Pero ahí radica nuestro aprendizaje, las materias que nos faltan son esas, es muy fácil y cómodo asistir a las materias que nos agradan y faltar a las que no nos gustan, pero así es como perdemos los años, repitiendo una y otra vez. (Samsara)

    Reconciliarnos con nosotros mismos es la tarea mas importante que nos atañe en este tiempo. Conocer que nos hace bien y que mal. aceptar que no somos prefectos y que eso esta bien.
    SER nosotros mismos para desde allí conectarnos con todo lo que existe, para así SER el cambio que queremos ver, estar en armonía con la vida y sus cambios ciclicos.


   Que opinan ustedes?

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