Hace poco leí un articulo sobre el mandala del ser
El autor es el dr. Richard Moss, que hace mas de treinta años ejerce como maestro de conciencia.
Básicamente plantea que la mente le cuesta bastante mantenerse en el ahora, en el momento presente, que es el único lugar donde habita el Ser, donde somos nosotros mismos.
Ahora bien este interesante planteo nos deja con la inevitable pregunta: este señor me dice que no soy yo? Porque rara vez estamos con la mente quieta para simplemente observar lo que ocurre sin emitir ningún juicio o sacar alguna conclusión sobre lo que esta pasando, o bien planificando el siguiente movimiento que vamos a realizar.
En lo personal creo que es esta ultima función la que nos ayuda de parte de todos los procesos mentales: poder organizar nuestra vida y actos de forma tal de hacerlo lo mas útil posible.
Pero es un tema delicado y con muchos matices.
Lo que el sr. Moss plantea es que cuando no somos nuestra mente puede escapar a cuatro direcciones: al pasado, al futuro, a crear historias sobre ti mismo o a crear historias sobre los demás. Lo que esto genera es angustia, nostalgia, depresión, ansiedad, esperanza, incertidumbre, juicios, criticas, miedos, sobrevaloracion, falta de autoestima, etc.
Ahora si nos ponemos a observar, la mayoría del tiempo estamos con la mente ocupada en mil cosas que no tienen nada que ver con estar presentes siendo espectadores para poder sacar de la observancia la mejor manera de proceder en cada situación.
Esto nos tiene alienados, a la defensiva o de lo contrario con poco valor por nada. inclusive los que dicen o creen que viven su vida y que no les importa nada están sujetos a estos cambios de dirección de la mente ya que con honestidad nadie se fija lo que piensa.
Las emociones descontroladas que esta actitud provoca nos deja con "enfermedades" por todos conocidas, stress, ansiedad, depresión, confusión, etc. Ya que no sabemos realmente a donde nos dirigimos y mas bien ondeamos como banderas según sople el viento. Aun con intensión de dirigirnos a alguna parte y llegando a ese lugar, en el camino nos vimos ajetreados por un sin fin de emociones descontroladas, que nos dejan generalmente enojados, estresados, cansados mas de lo habitual, con dolor de cabeza, contracturados....
Que difícil se nos hace simplemente ser y aceptar las cosas tal cual llegan y a los demás tal cual son.
Por supuesto que todos vivimos la vida como nos place sin rendir cuentas a nadie, y es respetable y de libre albedrío que así lo hagamos; pero hay veces en que ese libre albedrío interfiere directamente sobre el nuestro. Es nuestro derecho defender sin violencia nuestra posición, eso es asertividad
Pero hemos de respetar a los demás también.
Gran dilema: como ser y dejar ser, como no tentarse en culpar a los demás de lo que nos pasa o como no querer solucionar la vida de los demás, dando consejos sin que nos pidan, opinando de manera parcial...
Las relaciones son a veces tan complejas pero tan sencillas, estamos rodeados de contradicciones.
Nuestro mayor desafío, y nuestra responsabilidad, es Ser lo que somos sin por eso perjudicar a nadie ni permitir que nos perjudiquen. Aquí radica la maestría, en dominar nuestro mundo interno, conocerlo y desarrollarlo, esto es alquimia, y como tal arduo y diligente trabajo.
